
El tejido óseo considerado tradicionalmente solo como un aparato de sostén, en realidad es el sitio de una actividad continua que se traduce en la remodelación de su arquitectura gracias a la actividad de los osteoblastos y osteoclastos. Además, el hueso interviene en el metabolismo integral del organismo mediante la producción de hormonas proteicas, entre ellas la osteocalcina, la cual ejerce una interrelación con el tejido adiposo, el páncreas y el músculo esquelético. La traducción clínica de la osteocalcina se ha asociado con estados de resistencia a la insulina, obesidad y actividad del sistema inmunológico. Por lo anterior, el tejido óseo tiene la capacidad de funcionar como una glándula endocrina. Palabras clave: huesos, osteocalcina, osteoblastos, trastornos del metabolismo de la glucosa, resistencia a la insulina